lunes, 28 de junio de 2010

Ilusión mantenida por años, fiel, esperanzada.
Pena y decepción cada nueva ocasión desperdiciada.
Devoto soldado de lo utópico,
obsesionada espera por un hecho atípico,
imposible darle un vistazo crítico.
Pretextos inútiles, cosecha de promesas vanas.
La debilidad induce a fallar continuamente,
se basa la farsa en inconstancias.
Mediocridad disfrazada de esfuerzo.
Lealtad traicionera, cínicamente olvida, engaña premeditadamente.
Frustración abrumadora te sitúa cara a cara con la realidad.
Apasionamiento irracional.
Negación.
Ira que se torna en llanto; incapacidad para aceptar la verdad.
Olvidar y reiniciar, a cuestas la derrota; con los viejos vicios,
las mismas excusas siempre a la mano.

miércoles, 23 de junio de 2010

Me he decidido terminantemente
a abandonar alcohol y tabaco.
Dejarte incluso a ti mujer, de Onán el culto,
“galana de los fuegos de artificio”,
empero me permites a mí,
cordero impuro, destinado al sacrificio,
con el consentimiento
y la complacencia
de mi indolencia,
entre mis manos, solitaria,
acariciar tu forma, rígida e inhiesta;
eres ahora, mi nuevo vicio.

lunes, 14 de junio de 2010

La verde alfombra mágica, ardía y humeaba. Mi cuerpo, tendido en ella, conscientemente fue perdiendo el control mientras flotaba.  mi pulso unido al cosmos palpitaba; un tropel desaforado se abría paso desde las entrañas. Fui el centro, me sentí inmenso, del fondo de un volcán brote con la lava, un grano de arena, al mismo momento, gigantesca galaxia.
Subía la marea, la noche llegaba, locos con lobos, aullando danzaban.
Me lancé desde un acantilado, en el momento más álgido de dantesca tempestad.
Los sonidos reverberaban haciendo rebotar la luz, mezclándose entre si, volviéndose una forma solida que cortaba como viento de montaña; fragmentado en minúsculas partículas viaje unido al aire, hasta un límite desconocido. Ningún elemento estaba estático, el centro exploto cubriendo todo, pero la expansión regresaba contrarrestando la fuerza del estallido; al combinarse, los componentes perdían su aspecto original, volviendo a consolidarse en formas cambiantes. Paradójicamente, la desintegración es unión.
Me sentí incompleto, me intimidó la noche; siguiendo el curso de una repetición infinita, fui reuniendo mis dispersas partes hasta encontrar el delirio.
 Bajo la marea, el sol se ensañaba, domando las crestas llegó la resaca, trayendo cierta calma.
De arena revuelta se levantó mi alma extraviada.

viernes, 11 de junio de 2010

Madrugada fría,
opaca alborada,
tibio mediodía,
tarde nublada.
De noche
la tormenta
cae inesperada;
vientos iracundos,
paz devastada,
el llanto
me cala;
intento impedirla,
fe desesperada,
horas de insomnio,
en ella naufragan.
Otra mañana,
el sol
se retracta,
cuando asoma,
de bruces
me halla.

lunes, 7 de junio de 2010

Guardándome las ganas, estrangulo el ingenio, despreciando la iniciativa le resto posibilidades a mis perspectivas. Traicioné mi destino, llenando los días de pura desidia. Indicios de ánimo, esperanza y alegría, opacados diariamente por la densa pesadumbre de mi apatía. Desprovisto de valor, la vida no puedo amar. Soy el pez que no quería mojarse. Contradictorio. Renuente a renunciar a mis deseos; la virtud trastocada a vicios. Promesa del ayer, Don Nadie hoy ¿y mañana? Harto de vivir las viejas glorias ajenas.
El licor no mata penas ni las torna más amenas. En el cementerio del olvido, regándolos de reproches, he sepultado mis ilusiones y proyectos; en tabaco y alcohol evaporé mis buenos sentimientos. Vago laberintos olvidados, topándome con animas errantes y perros extraviados; perdidos estamos todos, sin estrella.      ═╦╩═╬═╦╩═╬═╦╩═╬═╦╩═╬═╦╩═╬═╦╩═╬═╦╩═╬═╦╩
La soledad ya es rutina, monótona compañía, sucediéndose los días, grises sin alegrías, casados con la apatía. Aletargado prisionero del hastío, con semblante mortecino, vacío de sentimientos. Autómata temeroso de lo inminente, titubeante en la espera, por miedo malgasta el tiempo. Inquilino del ayer, sin poder dejarlo atrás, al fin es pasado, no revivirlo, ¿para qué volver a pensarlo, sentirlo? Obstinado en cargar con ese pesado legado, viviendo a el atado. Recuerdos distorsionados, se acumulan desordenados. De repente se hacen presentes, desafiantes asfixian la conciencia, causando impaciencia. Es sin duda una abultada carga, lo que paso y no tomamos, lo tomado sin provecho y el hecho del fracaso.     
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Tengo un recuerdo de mi niñez, en ese tiempo no temía, el futuro era una palabra de la cual ignoraba el significado. Mi sueño siempre velado por la ternura; los deseos se realizaban casi al instante, eran simples y no llevar a cabo alguno no indicaba un fracaso. Con inocencia pueril, sólo me ocupaba en divertirme, comer y dormir, las tareas no eran una carga. Ahora el aburrimiento es cotidiano, mi apetito va de la gula a la indiferencia, sin placer; paso noches enteras insomnes y algunas veces en tortuosos sueños me debato. Trastornado en infinitos e inservibles pensamientos, los mantengo a pesar de hallar salida, pues le he tomado gusto a la amargura de vivir perdido.       ╩╬╦╬╩╬╦╬╩╬╦╬╩╬╦╬╩╬╦╬╩╬╦╬╩╬╦╬╩╬╦╬╩╬╦╬╩╬
Muchas veces he traicionado mis principios, no obstante me reivindico con manidas justificaciones, para continuar en el equívoco. Reptando como animal inmundo, guardando intactos mis pensamientos más profundos, negándome a seguir los caminos conocidos. No atesoro herencias, ni puedo poner precio a mis experiencias. Dudar es perder tiempo. Incertidumbre y certeza, todo tiene contraparte. Paraíso me aguarda al final de mi sendero; veleidosamente le doy la espalda, andando otros rumbos de vicio, deleite y falsedad.
Dolor, vergüenza y llanto me devuelven maltrecho a la senda, arrepentido. Inseguro reanudo la marcha.   
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