lunes, 7 de junio de 2010

Guardándome las ganas, estrangulo el ingenio, despreciando la iniciativa le resto posibilidades a mis perspectivas. Traicioné mi destino, llenando los días de pura desidia. Indicios de ánimo, esperanza y alegría, opacados diariamente por la densa pesadumbre de mi apatía. Desprovisto de valor, la vida no puedo amar. Soy el pez que no quería mojarse. Contradictorio. Renuente a renunciar a mis deseos; la virtud trastocada a vicios. Promesa del ayer, Don Nadie hoy ¿y mañana? Harto de vivir las viejas glorias ajenas.
El licor no mata penas ni las torna más amenas. En el cementerio del olvido, regándolos de reproches, he sepultado mis ilusiones y proyectos; en tabaco y alcohol evaporé mis buenos sentimientos. Vago laberintos olvidados, topándome con animas errantes y perros extraviados; perdidos estamos todos, sin estrella.      ═╦╩═╬═╦╩═╬═╦╩═╬═╦╩═╬═╦╩═╬═╦╩═╬═╦╩═╬═╦╩
La soledad ya es rutina, monótona compañía, sucediéndose los días, grises sin alegrías, casados con la apatía. Aletargado prisionero del hastío, con semblante mortecino, vacío de sentimientos. Autómata temeroso de lo inminente, titubeante en la espera, por miedo malgasta el tiempo. Inquilino del ayer, sin poder dejarlo atrás, al fin es pasado, no revivirlo, ¿para qué volver a pensarlo, sentirlo? Obstinado en cargar con ese pesado legado, viviendo a el atado. Recuerdos distorsionados, se acumulan desordenados. De repente se hacen presentes, desafiantes asfixian la conciencia, causando impaciencia. Es sin duda una abultada carga, lo que paso y no tomamos, lo tomado sin provecho y el hecho del fracaso.     
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Tengo un recuerdo de mi niñez, en ese tiempo no temía, el futuro era una palabra de la cual ignoraba el significado. Mi sueño siempre velado por la ternura; los deseos se realizaban casi al instante, eran simples y no llevar a cabo alguno no indicaba un fracaso. Con inocencia pueril, sólo me ocupaba en divertirme, comer y dormir, las tareas no eran una carga. Ahora el aburrimiento es cotidiano, mi apetito va de la gula a la indiferencia, sin placer; paso noches enteras insomnes y algunas veces en tortuosos sueños me debato. Trastornado en infinitos e inservibles pensamientos, los mantengo a pesar de hallar salida, pues le he tomado gusto a la amargura de vivir perdido.       ╩╬╦╬╩╬╦╬╩╬╦╬╩╬╦╬╩╬╦╬╩╬╦╬╩╬╦╬╩╬╦╬╩╬╦╬╩╬
Muchas veces he traicionado mis principios, no obstante me reivindico con manidas justificaciones, para continuar en el equívoco. Reptando como animal inmundo, guardando intactos mis pensamientos más profundos, negándome a seguir los caminos conocidos. No atesoro herencias, ni puedo poner precio a mis experiencias. Dudar es perder tiempo. Incertidumbre y certeza, todo tiene contraparte. Paraíso me aguarda al final de mi sendero; veleidosamente le doy la espalda, andando otros rumbos de vicio, deleite y falsedad.
Dolor, vergüenza y llanto me devuelven maltrecho a la senda, arrepentido. Inseguro reanudo la marcha.   
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