lunes, 1 de noviembre de 2010



Otra rola de "Rockdrigo", adecuada para estos días, en los que México entero celebra a sus muertos.
Donde quiera que sea, mejor se encuentren:
Daniel Hernández,
Enrique Arochi,
Epigmenia Serrano,
Hesiquio Jaime,
Teodora Ramírez,
Rodrigo Huerta,
Lourdes Vieyra,
Ivette Rivera,
Erasmo Huerta,
Javier Huerta,
Francisco Huerta,
José Huerta,
Calixto Serrano,
Ramón Serrano,
Sirenia Serrano,
Candido Monroy,
Rubén "El Poochie",
Alberto Montes de Oca
y por supuesto
Rodrigo "Rockdrigo" González.
♪♫♪♫♪♫♪♫♪♫♪♫♪♫♪♫♪♫♪♫♪♫♪♫♪♫♪♫♪

Un dormir eterno sin sueños.
Hacerse polvo irremediablemente.
Volver a donde nunca nos dimos cuenta de haber partido.
Partir cerrando los ojos, débil la voz, en medio de consternación, olvidados o en el paredón.
No quiero sentir que muero, no quiero temer morir, no mueran mis sentimientos mientras yo siga viviendo.
Tal vez con la edad se vaya el miedo, que me hace estar atento, por lo menos cuando estoy despierto, andando hacia una muerte sin fecha, sumando edad, errando, reprochándome, aprendiendo a resignarme; ya cuando llegue mi último momento, deberé morir sin sufrir.
La muerte trae el final mas no avisa, sea que lo tomemos con calma o nos movamos aprisa; dilapidando en amarguras la vida o exaltándola entre festejos y risa.
Condena inevitable, quizá por eso nacemos llorando y crecemos ensayando formas de regocijarnos, aprendiendo lo indicado.
Muerte es un puente entre sentirte y perderte sin referente.
El hombre pregunta, intenta disipar sus dudas, fuera de lo conocido un silencio inconmensurable le circunda, es la muerte que no responde ni duda en callar al hombre y sus preguntas.
Dicen que es necio ocuparse de este pensamiento, en tanto dura el aliento, porque se desperdicia el tiempo, pues de ese evento, ningún mortal está exento.