jueves, 5 de agosto de 2010

Un malestar general, no es necesariamente, asunto de muchos.
Porque aún viviendo en comunidad, estamos aislados, alejados.
Sin embargo un suceso individual, personal, puede convertirse en tema público.
Hasta entre familiares se guardan secretos y luego se escucha en la calle lo que en casa se calla.
Sin duda en todas las familias hay un inadaptado, un disidente transgresor de las buenas costumbres y los propósitos de bien vivir.
Un vicioso sin hábitos, de modales forzados, cariñoso pero amargado, trasnochador solitario; seguro puedes contar con él, pero no sabes cuándo.
Por supuesto no generalizo, sin embargo en un grupo numeroso de consanguíneos, que viven bajo el mismo techo, una cantidad incontable de años, invariablemente se puede encontrar entre ellos al sempiterno soñador, frustrado futbolista, boxeador noqueado por sus indecisiones, músico orquestador de problemas, experto en pequeñas reparaciones domésticas, coordinador especialista incomprendido; increíblemente posee una memoria fabulosa para detalles que otros considerarían poco importantes, si tienes tiempo para escucharlo te cuenta las anécdotas más simpáticas (en parte ciertas, en parte fantasías suyas, que nunca se atrevió a realizar) de él y de otros, borracho alegre de discursos trascendentes; repetidamente termina llorando por una mujer, oscuramente descrita, necesariamente mala, la cual fue incapaz de valorarlo; en suma el alma de la fiesta, siempre acaba enojado porque nadie lo toma en serio.
Bienintencionado procrastinador; al fin ya vendrá otro verano, con unos golpes se arregla, otra gotera, otra cubeta.
Aunque se sienta desmoronado en su interior, su fachada muestra firmeza, en una mueca de amargura, soledad y desánimo.
Esperando una definitiva Parusía o que alguna profecía sea verdaderamente atinada; mejor aún, ser abducido por alguna civilización de allende la vía láctea, inimaginablemente desarrollada, la cual le proporcionara un modo de vida distinto al conocido en este planeta; sin descontar la posibilidad ser desintegrado, con la mayoría de la población, en un eventual conflicto nuclear.
Con los mejores deseos del año pasado, para el presente y el venidero.



Rockdrigo "El profeta del nopal" (autor de la canción), te recuerdo hoy; sea cual sea el sitio donde te encuentres, deseo estés mejor de lo que pudiste haber estado, cuando habitabas en el mundo.