martes, 25 de octubre de 2011


En ocasiones te detesto tanto que disfruto tu ausencia.
Por ejemplo en las mañanas, cuando me has despertado al levantarte y puedo ocupar la amplitud entera de la cama, mientras duermo diez minutos más, antes de que vengas a molestarme, con eso de:
-¡Mi amor, ve a bañarte, se nos hace tarde!

Después de dejarte en tu trabajo, poder maldecir un poco por la lentitud del tránsito en las calles y la gente ansiosa abalanzándose imprudentemente porque se les hace tarde, sin tener que escucharte decirme:
¡No te desesperes corazón, más vale un minuto de retraso que lamentarte por días!

Comer “cualquier cosa” en la calle, en tanto el tiempo ha devorado más de la mitad de la jornada laboral, evitando tu inoportuna pregunta:
-¿Serán conscientes de la higiene en ese lugar, mi amor?

Apurar mi salida de la oficina, para tomar una cerveza en el bar antes de pasar por ti; no obstante sentir tu voz cuestionándome:
-¿Te cercioraste de no dejar nada pendiente, cariño?

¡Ah, pero no te perdono que te despidas de mi sin besarme! Pues todo el día estaré esperando la tarde, para volver a abrazarte.



domingo, 16 de octubre de 2011




¿Por dónde saldrá el sol esta mañana,

si no ha podido superar
la altura de la montaña
y al mediodía las nubes
lo han bloqueado con su maraña?
La oscuridad se ensaña,
con lluvia la tarde empaña,
de noche engrosa la telaraña;
mas el sol, hace gala de su maña
y argentada claridad, la tierra baña.

jueves, 13 de octubre de 2011


Estaba la fuente sin agua,
bajo la luna enlutada,
en una plaza vacía,
noche nublada, fría.
Despacio algo camina,
sobre trémula piel,
blasfemias y golpes,
gritos que no terminan,
contradictorios delirios.
Pólvora incendiándose,
hace escapar con terror,
un lamento escarlata;
ojos en el cielo,
trampas a ras de piso,
acero bruñido, abre
en canal la noche,
se tiñe de color vida,
nacen fantasmas
por las calles viejas,
mariposas muertas
en lo alto de las cercas.
A la madrugada
el barrio antiguo
llora silencioso,
la muerte eterna.
Pueblo mártir,
huérfano de dioses,
sin más defensa
que sus palabras,
desde el parto
conoció el sacrificio;
los huesos de sus hijos,
todavía vivos, claman
entre las piedras;
cadáveres del tiempo,
debajo del nuevo edificio.

 ¡EJÉRCITO, NI UNA BALA
CONTRA TUS HERMANOS,
TÚ TAMBIÉN ERES PUEBLO!



domingo, 2 de octubre de 2011

Vuelvo a la circulación en mi blog de fotos.
Sólo espero que la delincuencia no me pique los ojos otra vez.
Sale pues, mi estimada banda bloguera, si les place, por aquellos lares nos vemos.


Edificio Corporativo de General Motors. Avenida Ferrocarril de Cuernavaca, entre las avenidas Miguel de Cervantes Saavedra y Ejército Nacional Mexicano.
A un lado se ve el edificio de la empresa Schneider Electric.