sábado, 31 de diciembre de 2011


-La seguridad del perímetro ha sido violada en repetidas ocasiones y nadie ha podido evitarlo. Los transgresores entran y salen continuamente perturbando la tranquilidad del área, el residente se encuentra muy molesto, por eso temo que el fin de la alianza tácita entre él y nosotras pudiera comprender nuestro exterminio. Inclusive esta reunión representa un gran peligro para nuestras vidas, compañeras.
-Yo creo que no debemos temer Piernas Locas, el residente padece desidia crónica, si no hace nada por defenderse de los intrusos, menos lo hará contra nosotras que ningún daño le causamos.
-Patotas tiene razón, pero no debemos confiarnos, sabemos de la volubilidad del residente, cualquier día se desquicia e intenta cazarnos a nosotras también. Por eso propongo que demos por terminada esta junta.
-Muy bien Patas, cada una su rincón y a tratar de capturar al mayor número de intrusos posible. Por cierto ¿alguna de ustedes dos sabe por qué Patona no vino a la asamblea?
-Seguramente quedo atrapada bajo un montón de ropa sucia o las hormigas del hoyo en la ventana lograron atraparla.
-En todo caso no podemos ayudarla, ni modo, dispersémonos y cumplamos la misión.

-¡Malditos moscos! Me tienen jodido, no sirvió el mosquitero que puse en la ventana, esta rasgado en varias partes y por ahí se cuelan; tengo que cambiar esos vidrios rotos y reparar la puerta, porque estos condenados ya son una plaga. Las arañas no se dan abasto con tanto mosquito y al contrario parece que ellos se las están tragando, como a mí.
Ahora además de los zumbidos en mis oídos, tengo adentro del cuarto, el concierto de un grillo escurridizo. Nada más porque me estoy cayendo de sueño, si no ¡los aplastaba a todos!

-Kamikazes, les habla el Comandante Banzai, agrúpense en sus escuadrones, el residente se encuentra ya en el área.
En unos momentos comenzaremos el ataque. Recuerden picar, succionar todo lo que puedan y huir a prisa, no se distraigan ni pierdan tiempo. Cuando se posen en alguna superficie extremen precauciones, pues las “muchas patas” últimamente nos han causado más bajas que el mismo residente; al percibir a una de ellas cerca de ustedes, retírense de inmediato, no se confíen o pueden quedar presos en su letal hilo y trituradas en sus viscosos intestinos. Procuren volar el mayor tiempo posible, el residente no es muy diestro cazándonos al vuelo; cuando necesiten descansar busquen los sitios más oscuros y de difícil acceso para él.
Les deseo éxito en sus incursiones.
-Comandante ¿empezaremos el ataque aún con la luz encendida?
-Sí, el residente presenta síntomas de cansancio profundo.
Escuadrón Lindbergh dirija su ataque a las extremidades inferiores.
-¡Listo escuadrón Lindbergh!
-Escuadrón Barón Rojo su objetivo es el tórax.
-¡Escuadrón Barón Rojo alerta!
-Escuadrón Wright, se encargará de las extremidades superiores.
-¡Listo escuadrón Wright!
-Escuadrón Santos Dumont ¡duro y a la cabeza!
-¡Escuadrón Santos Dumont en pie de guerra!
-¡Zum, zum, zum, zum, zuuuuuuuuuummmmmmmmmm…!

-Patotas ¿de dónde viene ese sonido?
-Los mosquitos iniciaron el vuelo, Piernas Locas.
-No Patas, ella se refiere al sonido monótono e ininterrumpido.
-Tienes razón Patotas, este sonido no es común dentro del área ¡es un grillo!
-Esto es el colmo del desorden, el residente ha dejado que un grillo venga a quitarnos el sueño, como si no tuviéramos suficiente trabajo con los mosquitos.
-Patas, Patotas que les parece si…
-¡De veras te atreverías, Piernas Locas!
-Por supuesto, somos tres…
-Ella tiene razón Patas, entre las tres podríamos con el grillo.
-Pero… el residente pasará otra noche sin poder dormir.
-Que se las arregle como pueda él solo.
-Además los mosquitos son cada vez más habilidosos y resulta casi imposible atraparlos.
-No se hable más, Patas; Patotas vamos a buscar al grillo.
-Para luego es tarde Piernas Locas.

-¡Malditos moscos! No me dan tiempo ni de envolverme en las cobijas, pero ya verán, voy a dejar sus asquerosos cuerpos tapizando las paredes y veré sus insignificantes cadáveres cayendo lentamente al suelo. Repugnantes insectos, voy a teñir el cuarto con su sangre… mejor dicho con mi propia sangre, que me han estado succionando todas estas noches. ¡Arañas ineptas! No las veo por ningún lado, por lo menos el grillo se ha callado.
Tres horas después…
-Escuadrones, les habla el Comandante Banzai, reporten sus incidencias.
-Escuadrón Lindbergh, reportando éxito total en la incursión, estamos ahítos del vital líquido.
-Escuadrón Barón Rojo, también reportando niveles máximos en los contenedores de la sangre, pero sufrimos tres bajas Comandante.
-Escuadrón Wright, reportando un mediano éxito en la operación, el residente se defendió con destreza y solamente quedamos dos kamikazes con vida.
-Yo, su Comandante Banzai, del escuadrón Santos Dumont, lamento informar que todos mis compañeros perecieron en la acción, el residente, a pesar de la lentitud en sus movimientos, logró aplastarlos entre sus manos, mientras atacábamos su cara y orejas. Pero haciendo un balance, la misión es exitosa; nos replegaremos mientras llegan los refuerzos, si alguno de ustedes se siente con ganas y apto para hacerlo, puede atacar individualmente al residente. Reanudaremos las operaciones en conjunto a las 0400 horas. ¡Larga vida a los dípteros!
-¡Larga vida a los dípteros!

-¡Malditos moscos! El zumbido me suena a risa burlona cuando pasan cerca de mis oídos, vaya que son temerarios, casi se meten por mi boca y nariz. Ahora si me dejaron todo lleno de ronchas, logré aplastar a varios de ellos pero da la impresión de que se clonan instantáneamente, tengo el cuerpo tan marcado como si me hubiera dado otra vez la varicela. ¡Arañas ineptas! ¿Dónde están cuando las necesito? Por lo menos se acabó el sonsonete del grillo. Pero voy a terminar de una buena vez con este jueguito, traeré el insecticida, rociaré el cuarto entero y luego saldré a dar un paseo a la luz de la luna, ni modo, otra noche sin poder dormir.

-¡Kamikazes, les habla su Comandante Banzai, el residente planea vaporizar el área, evacuemos de inmediato! Repito, la evacuación es perentoria e inaplazable.

-¡Patas, Patotas, el residente se volvió loco otra vez! Va a fumigar, tenemos que largarnos de aquí. Bueno, al menos pudimos devorar la mitad del grillo ¡vámonos!
-¡Para luego es tarde Piernas Locas!




jueves, 29 de diciembre de 2011


Hay grietas en este espacio,
por almas errantes atestado,
son el inicio de caminos
que no llevan a ningún lado;
debemos andar con cuidado,
los heraldos de la muerte,
se aproximan a paso lento.
Es desconocido el trayecto,
a nuestro modo, perfecto,
sin importar cada yerro,
pues no hay intentos previos.
Llenémoslo con algo,
sean palabras o actos,
antes que el silencio
de una fosa nos acalle,
pues el morir lo traemos de facto.
Días despertándonos los ojos
y en una noche sin fin,
dormirán nuestros despojos.
En tanto celebro lo que veo,
también lo desconocido,
la suma de cada  cosa,
todo eso anima la vida.


martes, 27 de diciembre de 2011


Con el estigma de ser diferente,
todo llega a parecer decadente,
más un plan inicia en tu cabeza,
de tu cuerpo anulas la pereza,
ante los hechos te ves impotente,
y a ojos ajenos, poco inteligente.
Tan fácil es decirte criminal,
aunque no pases de lo oral.
Deseas concretar la utopía
y dicen que invocas anarquía;
en medio de velada monarquía,
muchos declaran democracia,
¡vaya que la farsa tiene gracia!
En sus manos tuercen la justicia,
piensan en tu cuello con malicia;
a sus viles órdenes esta la milicia,
es un juego de bajeza y estulticia.
A pesar de que huyas de su vista,
de por vida estarás en su lista;
prefieren obligarte a partir,
evitando se te llame mártir.
Quizá si gozarás la opulencia,
padecerías la misma indolencia;
pero es la infinita carencia,
lo que aviva tu consciencia.
Irredento enemigo del sistema,
esos pocos te nombran anatema.
Con valor asientas tus reales,
en la égida de valores inmortales.
Loco solitario, inadaptado,
ansían por verte colgado,
hacer de tu nombre vituperio,
tirarte con dolo al cementerio
o por lo menos olvidado.
Silente te llegará la muerte,
si tienes suerte, disidente.


domingo, 25 de diciembre de 2011


Horas perdidas, desaprovechadas.
Pesadillas vivas, fantasías sin vida.
Imágenes confusas, desordenadas.
Alma extraviada en la noche álgida.
Conductas caóticas, desbalagadas.

A la par de la noche navegas,
con escaso propósito divagas,
desesperadamente aire tragas,
aprovechas que nunca lo pagas.

Desorientarse es muy fácil,
entrañando un ánimo frágil,
a merced de la noche hábil,
dueña de una mente dúctil.

Te embelesa de la luna el brillo,
necio le cantas, disonante grillo;
podrías estar en el lar hecho ovillo,
prefieres vagar, empedernido pillo,
alterado, cerca de jalar del gatillo,
en ese mal estado parece sencillo.

Oscuridad, astuta y paciente espía,
tu cordura tan endeble desafía,
te aconseja tentar al mudo destino,
varios inicios para un solo camino,
bien sabes que no es posible forjar,
algo realmente bueno sin trabajar,
lo piensas al andar solo por la calle,
rogando a la buena suerte no te falle.

La noche su tránsito ha terminado,
te deja nuevamente muy ofuscado,
escuchas molesto a los perros ladrar,
martillea en tu cabeza el suave trinar,
pequeñas cosas que parecen burla,
si pudieras borrar cada idea absurda,
esos momentos lograrías divertirte,
pero ahora sólo quisieras dormirte.


viernes, 23 de diciembre de 2011


Como siempre, mueres.
Ridículamente,
con la boca abierta,
desesperado;
tratas de aferrarte
al aire que te deja.
Fantasmas detrás de ti,
te empujan al abismo,
no te salva tu cinismo,
cada final es el mismo.
Morir,
luego de cada carcajada,
aún en la alegría, temes.
Y en la inconsciencia
de tus horas más oscuras,
títere de inéditas locuras,
no lo sabes, pero mueres.
Entonces llenas los días
de cosas y las noches de otras,
mas estás como ausente,
presintiendo la muerte.
Sabes que es un desperdicio,
sin embargo, eso te hace
sentir vivo, saltar sobre
el precipicio, sin sentido.

Una boca te llama, te besa,
te muerde; sus brazos
delicados, ciñen tu alma
peregrina.
Al momento del amor,
en medio de la noche fría,
sólo un poco se te olvida
y vives un divino instante;
la húmeda, breve muerte.



jueves, 22 de diciembre de 2011

 Se dice a si mismo que entre más se afane en su búsqueda, menos logrará encontrarse. Antes de sacar el bulto al frío, trata de aplacar su desvarío. Entonces se pierde por las calles, bajo la lluvia. Sin pensar al andar, sólo observa y escucha, pero no puede evitar recordar. Su cuerpo padece los años, como una carga incomoda, el llanto resulta insípido, la duda atenaza el ánimo. Cuando el calor lo va acogiendo, no se siente renovado, quisiera seguir vagando, sin saberse derrotado. Extraviado en su anodina existencia, ha renunciado a la responsabilidad, por propia voluntad, acumulando edad, sin variedad. Todo le parece un mal sueño, del que no habrá de despertar. A pesar de la apatía, continúa maravillándose cada mañana, con los milagros más sencillos. No muy convencido, sale a ejercer el libre albedrío. Ansioso se repite, que es cuestión de decidirse, caminar erguido, confiando en su experiencia o simplemente, sin remordimientos, reprimirse. Reconoce sin dudas, que la vida, el mundo, tienen muchas cosas hermosas y su pesimismo no puede nada contra ellas.
El sacerdote, el arquitecto, el músico y el boxeador, se quedaron en los sueños de un niño desobediente, alma serrana perdida en la ciudad. Un adolescente desorientado, ansioso, ofuscado, buscando nada, perdiendo todo. Un viejo sin amigos, ni techo cálido. Huérfano de una familia que lo tachó de loco. Le llaman “vago”; él observa, indulgente, la marcha de todas las horas, con la mente llena de imágenes desordenadas, palabras se atropellan en su boca desdentada. Errante en el valle, inconsciente desafía los ríos tumultuosos, danzando entre el tránsito, payasito trágico, recoge monedas de caridad. Compra una compañera que cabe en su mano; cuerpo frío, alma ardiente, comunión constante, lucidez delirante. Llevando su edén, a todos los puntos de este infierno, quijote andrajoso. Bastardo de la calle, fantasma en el callejón, compartiéndole el rincón a un perro tan sucio, hambriento y solo, como él. Al calor del licor, otro trago de olvido, en una noche sin sueños.

martes, 20 de diciembre de 2011


Luego de la lluvia, el sol comienza a abrirse paso entre las nubes, insinuándose tibiamente. Veinticuatro horas de tormenta, terminan en pesado sopor, humedad volviéndose vapor, el calor parece una garra que asfixia, pero aún en este ambiente, todas las formas de vida empiezan a moverse. Hormigas reanudan su interminable cadena de ida y vuelta, grillos escondidos dejan oír sus monótonas notas, parvadas de palomas suben y bajan, removiéndose el letargo, los perros se sacuden el agua y la pereza, los girasoles se estiran, dando la cara al sol que ya despierta; pétalos perlados arrojan su fragancia al viento, esencia invisible de la vida, dispersándose en medio de luz y olores. Una multitud de flores, proyectan su belleza entre el azul del cielo, tensan el arco de colores; de un lado doncellas de etéreos aromas, al otro extremo un reino de verdor, domina en rededor. Hadas del bosque salen a la hora del crepúsculo, asisten a sus clases de canto bajo la tutela de las aves, refrescan la garganta, bebiendo rocío de las plantas; el viento participa ululando entre los árboles. La luz se despide coloreando nubes que coronan las cumbres, murmullo de ríos se une al bullicio de trinos, aullidos, canto de gallos, apacibles mugidos y el silencio que viene apersonándose, en la oración de la tarde. Muy pálida antes del reflejo, la luna se asoma, un paso por segundo, dando espacio a su sequito de luces titilantes, remotas pero permanentes.  El día y la noche, cumpliendo su pacto tácito, se reparten los hemisferios del firmamento. Centinelas de fija mirada, otean en la oscuridad; la fiesta, por unas horas, duerme en paz.


domingo, 18 de diciembre de 2011

Seis a Nueve


Dame un beso de fuego,
si deseas te pertenezca.
Otro de humo,
en el cual me desvanezca.
Beso de pasión sublime,
a mi alma enternezca.
Un beso nuevo cada noche,
que a ninguno se parezca.
Tus labios hablan en húmedo silencio.
Suspiro con tu aliento en cada beso.
Bajando despacio de tu boca,
dejando un rastro de besos,
sin prisa voy y regreso,
de tu cuello a tu pecho.
Se agita incontrolable
tu vientre cuando lo beso.
Pétalos de piel,
en el centro de tu mundo,
los atrapo en un beso profundo,
sacia mi sed, tu magma de miel.
Inhiesta la respuesta;
nos besamos, cerrando el círculo,
bebiéndonos la entraña,
con paciencia, con maña.


viernes, 16 de diciembre de 2011

La Muerte y El Tiempo.


Obedece esta vez, Eva
y serás eterna.
Es mi promesa que sobrevivirás por interminables eras.
Te haré dueña del silencio, estarás sobre cualquier deseo,
no te vencerá ningún motivo.
Dominarás por siempre sin sufrir fatiga.
Otorgarás quietud a toda plenitud.
Nada habrá de perturbarte, Madre primigenia.
Descubre que en el vacío no hay hastío.
En un sueño de tierra irán a Ti las almas.
 
Desprecia tus vestidos, toma este manto de noche sempiterna.
Cierra los ojos, ignora los sonidos,
libera a tus manos del esfuerzo,
aspira profundamente el olor del barro al que retornas.
Simplemente polvo, ni amable ni torvo.
Despojada de sentidos, no te han de conmover llantos ni rezos,
imparcialidad tendrás ante burlones o solemnes epítetos.
Señora de las sombras, final de todas mis obras.
La Muerte te llamarás, si aceptas.

Escúchame Mujer, es la última oferta que te hace el Señor de los Destinos.
Al termino de nuestro andar, inesperadamente recibimos,
la dadiva que creíamos perdida.
Yo, su eterno siervo, llamado ahora El Tiempo,
dispuesto estoy a desposarme definitivamente contigo.
¿Acaso ya no me recuerdas?
Soy Adán, aquel con quien saliste llorando del paraíso.
Asume sin temor este nuevo e interminable compromiso.
No lo aquilates como un premio, tampoco lo consideres castigo.
Es un designio incuestionable; Tú y Yo, otra vez, los elegidos.
Inmunes como al principio, exentos de otro fallo.
Recobraremos después de la vida, a todos nuestros hijos.

jueves, 8 de diciembre de 2011

Tinta y papel.
Sangre y piel.
Ilusiones de oropel.
De la noche a la mañana
(¿o del alba al ocaso?)
entre intentos y fracasos.
Una hoja que lastima,
con su pureza tan intacta,
a mi ansia e ignorancia.
Otro boceto obsoleto,
de mi pobre pensamiento.
¿Acaso la hoja no tiene la capacidad de escribir en mi mente?
¿Dónde hallo la tinta para engendrar una idea?
Imágenes dormidas, palabras en suspenso.
Mente en blanco, manos mudas.
Una piel tersa, que seguirá a la espera.
Me siento mal en esta ausencia.
Árido, vacío, solo: olvidado,
las musas me han abandonado.
Y en las calles no abunda la inspiración
y en el aire no viaja la inspiración
¿dónde habita la inspiración?
Este largo momento,
envuelto en silencio,
sin lluvia ni viento,
afuera todo está quieto,
tarde de otoño.
el frío se torna intenso;
de nuevo miro la luna,
espero y no duermo,
perdido en lentos,
oscuros movimientos.
Sueño despierto.

lunes, 5 de diciembre de 2011


¿De dónde viene la brisa
que pasa aprisa?
Parece discreta risa,
de lejos llega, no avisa.
Y el mar,
un recuerdo fresco.
La arena,
olor de sal.
En la mañana
húmeda y fría,
el sol irrumpiendo
despacio, a cada paso
alarga sus cálidos brazos.
La brisa comienza
a sisear, guarda su canto
en una concha marina;
voz de agua y sal,
notas del viento,
por el impulso del mundo
viajan, a invisible velocidad.
No mueren jamás,
como las olas,
como las horas,
van y van.
Si se frenara el mundo,
la brisa callaría,
las olas cesarían,
pero las horas
mudas y sordas,
su cuenta seguirían;
el movimiento
aviva el tiempo,
que mira
sin aspavientos,
a todos pasar.
Envuelto por la brisa,
bajo el sol,
a la orilla del mar,
sólo se me antoja
contemplar.

miércoles, 30 de noviembre de 2011


Son las cinco de la mañana y no se me ocurre nada para escribir.
Varias ideas levantan la mano, pero se quedan sin habla, al parecer algunas son demasiado tímidas, mientras otras solas se tapan la boca antes de decir nada, como si fuera algo terrible lo que conciben; algunas mordisquean sus uñas y es tanta la desesperación que comienzan a comerse los dedos, con la intención de no trazar ni una sola letra, pues parece inútil siquiera intentar redundar, como aventar tierra a una fosa, llenarla de lo mismo que mucho antes, muchos otros, le han ido sacando. Las ideas se mutilan, cortan de tajo su lengua, se abortan a si mismas, algunas después de articular palabras sin sentido, frases inconexas, se suicidan.
Nadie logra poner orden, nada se concreta.
Las palabras suenan raras de tanto repetirlas, pensar en su significado lleno de más palabras, una espiral de un ciclo indeterminado, tiene momentos elocuentes y largos espacios repletos de silencio desesperado, en los cuales la mente no cesa de llevar a cabo ese proceso llamado pensar, vacío desconocido, atiborrado de una cantidad infinita de cosas aprendidas.
Y en este minuto en el que todavía no puedo esgrimir un discurso convincente, pasando por varias momentáneas emociones, desde el desinterés hasta la pena, “con el tiempo encima”, me obstino en fabricar enunciados. Cabeceo, los ojos me duelen, algunas sombras hablan, sus voces se multiplican, la habitación gira, pierdo el equilibrio, las letras se distorsionan bajo mi mano indecisa, adormecida. Recuerdos y fantasías, se entrelazan pero se ahorcan mutuamente, impidiendo a las palabras volverse forma y sonido, sólo hay silencio en la inconsciencia, frío silencio de noche otoñal, una luminosa uña rasgando el oscuro manto del firmamento y cada momento menos providenciales provisiones para alargar este texto.   

jueves, 24 de noviembre de 2011


Ella le preguntó a dónde iba,
al verlo salir.
Él no alcanzo a escuchar,
lo que le quiso decir.
Su ánimo violentado,
lo llevó afuera, para
adentrarse en sí mismo.

Ella lo maldice,
mientras lo ve irse.

Aborda la vía rápida,
esa de carga ligera,
atrayentemente peligrosa,
bajadas en picada,
curvas sinuosas,
fuerza centrifuga,
lo alejan de la razón.

Ella se inquieta
al sentirse sola.

Corre sobre el borde,
la ira se desborda,
el miedo ya no le estorba,
furioso su visión se deforma,
lo llaman las sombras,
se encuentra con ellas,
intentando cruzar la pared;
en un momento de lucidez,
consciente de su estupidez,
experimenta la ingravidez.  

Ella quiere ir a buscarlo,
aunque lo sabe perdido.

Hay tierra en sus pestañas,
dolor abriéndole las entrañas,
silencio que le amordaza con saña,
un recuerdo dulce, de sangre el sabor
y el poder sentirse, perdido por error,
mas descubre que en la oscuridad
no existe más el horror.

Ella lo espera,
a la mitad de todo.

sábado, 19 de noviembre de 2011


Dice tanto
y no lo entiendo.
Lo escucho,
bien atento.
Canta bajito
y despacio
o ruge enérgico,
impulso melódico
a la par del viento.
De hombre la voz,
alma de mujer,
ávido cual niño
que quiere aprender.
Sale del silencio,
trae viejas palabras
con nuevos acentos.
Brota de su boca,
el fuego, la roca,
que al surcar el aire
se tornan en oda.
Paisajes verbales
de su mente nacen,
en tinta, a sus ideales
los vuelve probables,
sombras irreales
de antiguos anales.
Una cuerda del tiempo,
que tañe en silencio,
vibra en su pensamiento.
Algunas cosas no tienen
sentido, relación ni causa,
sin embargo, algo vive,
se mece en la nada;
momento inédito,
que capta mengano,
guitarra y pluma en mano.

jueves, 17 de noviembre de 2011


La luz en el silencio.
La oscuridad en el silencio.
El silencio afuera y dentro.
Afuera, luces lejanas
e hilos de agua;
unas titilan y
los otros flotan.
Adentro, la calma,
el sueño; respiración
acompasada, de soledad
acompañada.
Muy profundo, en el silencio,
sonidos e imágenes,
confusos movimientos,
voces y acciones,
a destiempo.
Ojos cerrados, bien despierto
vuelo y caigo sin movimiento.
Muero en el sueño,
no hay sufrimiento,
pero el cuerpo
guarda recuerdos,
un fuerte impulso
vuelve al cerebro,
sobresaltado despierto.
Afuera, una dama
de tez pálida, observa
en el silencio
de la noche despejada.

martes, 8 de noviembre de 2011


Lo anterior ahora vuelve.
Envuelve la visión entera.
Es la espera momentánea,
llega, siempre espontánea,
se queda, pero cambia.
Prescinde de la palabra,
en las ideas se instala,
baja a la boca y estalla,
por las manos se desgrana,
con el cuerpo entero habla,
aún sin voz declama y canta.
Es algo que nos traspasa,
cae profundo, odia y ama,
nos libera, se desata,
sabe gritar mientras calla.
Trae acción de madrugada,
y olvido por la mañana.
Gusta de andar a rastras,
igual que a lo alto se alza,
vaga lento, en paz observa,
el infierno en las miradas,
en los rostros de fantasmas,
que por calles diario vagan.
Su chispa jamás se apaga,
va donde le viene en gana,
está su voz emparedada,
se oye al viento su tonada,
cae desde las viejas ramas,
levemente agita el agua,
otea en antigua atalaya,
solitaria ánima pagana,
se dispensa a mansalva,
como luz de la alborada.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Día de muertos


En los días de muertos
hay campos anegados de cruces,
son faros que se volvieron polvo.
Piel árida guardando huesos,
semilla sin vida.
Su torvo aspecto, otrora vital,
forma un mosaico pagano y sagrado.
Se desangran hacia las entrañas,
en una terrible manera de mudarse.
Se truecan en llanto las risas,
al ver ceniza en un velo, blanco como cirio.
Delirio en la misa, visión sin pies ni cabeza,
pavesa tan frágil, declina ante el tiempo.
Este viento de otoño, ardiente y frío,
hace tan míos el miedo y la esperanza.

Balanza del sino ¡inclínate a mi lado!
Si llego a la noche postrera, asustado.

Lanzo reproches al crucifijo, sin fe.
Café amargo, pues todos lloran en el.
Gabriel vuelve y anuncia un final;
luego del duelo, la calma total.

Altares para los que ya no están.
Licor, juguetes, pan, agua y comida,
también cigarros, porque -eso
creemos- es un viaje muy largo.
Ritual mudo, cargado de olores,
todo entre flores,
la colorida sonrisa de la Tierra.

Flores  del día, en la bella campiña.
Evita la rapiña, para que no haya riña;
apíñalas en el hueco Niña,
de mis cuencas vacías.

martes, 25 de octubre de 2011


En ocasiones te detesto tanto que disfruto tu ausencia.
Por ejemplo en las mañanas, cuando me has despertado al levantarte y puedo ocupar la amplitud entera de la cama, mientras duermo diez minutos más, antes de que vengas a molestarme, con eso de:
-¡Mi amor, ve a bañarte, se nos hace tarde!

Después de dejarte en tu trabajo, poder maldecir un poco por la lentitud del tránsito en las calles y la gente ansiosa abalanzándose imprudentemente porque se les hace tarde, sin tener que escucharte decirme:
¡No te desesperes corazón, más vale un minuto de retraso que lamentarte por días!

Comer “cualquier cosa” en la calle, en tanto el tiempo ha devorado más de la mitad de la jornada laboral, evitando tu inoportuna pregunta:
-¿Serán conscientes de la higiene en ese lugar, mi amor?

Apurar mi salida de la oficina, para tomar una cerveza en el bar antes de pasar por ti; no obstante sentir tu voz cuestionándome:
-¿Te cercioraste de no dejar nada pendiente, cariño?

¡Ah, pero no te perdono que te despidas de mi sin besarme! Pues todo el día estaré esperando la tarde, para volver a abrazarte.



domingo, 16 de octubre de 2011




¿Por dónde saldrá el sol esta mañana,

si no ha podido superar
la altura de la montaña
y al mediodía las nubes
lo han bloqueado con su maraña?
La oscuridad se ensaña,
con lluvia la tarde empaña,
de noche engrosa la telaraña;
mas el sol, hace gala de su maña
y argentada claridad, la tierra baña.

jueves, 13 de octubre de 2011


Estaba la fuente sin agua,
bajo la luna enlutada,
en una plaza vacía,
noche nublada, fría.
Despacio algo camina,
sobre trémula piel,
blasfemias y golpes,
gritos que no terminan,
contradictorios delirios.
Pólvora incendiándose,
hace escapar con terror,
un lamento escarlata;
ojos en el cielo,
trampas a ras de piso,
acero bruñido, abre
en canal la noche,
se tiñe de color vida,
nacen fantasmas
por las calles viejas,
mariposas muertas
en lo alto de las cercas.
A la madrugada
el barrio antiguo
llora silencioso,
la muerte eterna.
Pueblo mártir,
huérfano de dioses,
sin más defensa
que sus palabras,
desde el parto
conoció el sacrificio;
los huesos de sus hijos,
todavía vivos, claman
entre las piedras;
cadáveres del tiempo,
debajo del nuevo edificio.

 ¡EJÉRCITO, NI UNA BALA
CONTRA TUS HERMANOS,
TÚ TAMBIÉN ERES PUEBLO!



domingo, 2 de octubre de 2011

Vuelvo a la circulación en mi blog de fotos.
Sólo espero que la delincuencia no me pique los ojos otra vez.
Sale pues, mi estimada banda bloguera, si les place, por aquellos lares nos vemos.


Edificio Corporativo de General Motors. Avenida Ferrocarril de Cuernavaca, entre las avenidas Miguel de Cervantes Saavedra y Ejército Nacional Mexicano.
A un lado se ve el edificio de la empresa Schneider Electric.

viernes, 30 de septiembre de 2011


Me doy cuenta claramente,
tu boca ya no sacia mi deseo.
Es molesto sentirte,
rondando mis pensamientos.
Tu cuerpo es peso muerto.
Ansiosas caricias, pero frías.
Ya no eres sol durante el día.
En un momento de ira,
se gestó la mentira.
Esclavos de la rutina,
siempre apurados,
sin coincidencias,
ninguna feliz palabra,
que disfrace la apatía.
Permitimos a la costumbre,
hacernos muy pobres;
brazos cruzados,
mal encarados,
comida fría,
frases cínicas,
noches solitarias
y pocas,
tan pocas veces,
risas compartidas.
Parece que perece
y no lo merece,
sin embargo decrece,
la razón desobedece,
lo pagaremos con creces,
la culpa nos acontece,
pero nadie ofrece
y esto nos entristece,
pocas, tan pocas veces.

martes, 27 de septiembre de 2011


Una batalla se cierne sobre la Ciudad.
Plomizas masas confluyen arriba del valle; de norte y sur arriban, impidiéndose el paso mutuamente, sin remedio se aniquilarán, el viento las impulsa a una conflagración inevitable. Lentamente oscurecieron la tarde, las calles fueron quedándose desiertas, nadie quiere presenciar a la intemperie la inminente reyerta. Electricidad ilumina el vacío y colosales bramidos anuncian la tempestuosa pelea. Titánicos volúmenes chocan unos contra otros y en un instante se desintegran, millones de agujas, pinchando la piel citadina, bajan intempestivamente en forma de gruesas gotas, contra toda superficie, anegándolas; esas nubes se vuelven charcos inmensos en las calles de la Gran Ciudad. Una andanada de granizo resulta de la brutal batalla, más rayos partiendo el cielo, más rugidos y violentos aires dominan el valle, indefenso bajo el acuoso fuego nutrido.
Mas toda esa violencia es necesaria, porque es vida. Y se piensa que nada cae del cielo.
Hace dos horas llueve, parece que nunca ha de parar. Un extenso pueblo fantasma aguarda impaciente el final de la tormenta.
El momento más álgido de la lid, es también el preludio de la calma, los proyectiles se adelgazan, el viento ahora pasa acariciando las empapadas construcciones urbanas, a centellas y truenos les gana el silencio.
Por unos momentos se respira quietud.
De entre los huecos de las agotadas nubes, los rayos del sol retozan con tibia parsimonia, tocan los húmedos pisos y avivan el estado más liviano del agua, poco a poco hilos de vapor se elevan hacia la atmósfera, para reabastecer los arsenales.
Bendita sea la lluvia.