martes, 16 de agosto de 2011

El pez que no quería mojarse, se sueña muriendo ahogado, despierta en medio de su inmenso miedo y regresa al fondo del abismo, desesperado; sin rumbo en la gran sima, se sabe perdido, buscando algo.

8 comentarios:

inma alascio dijo...

Amigo Pherro, ¿y en resumidas cuentas no somos todos como ese pez?.
Saludos Amigo Pherro, por aquí nos leemos.

MARIOGDECONDICION dijo...

Pherro amigo,no sabes la tristeza que tiene este corazÖN aRGETNINO,POR LO MAL QUE NOS VA,POR SUERTE PUEDO AÚN LEER TUS LINEAS Y VER QUE ALGO PUEDE CAMBIAR,UN ABRAZO HERMANO.

Antony Sampayo dijo...

Hola, Pherro, Es nuestro eterno miedo, amigo, igual al pez,que es un obstáculo para alcanzar las metas.

Abrazos.

María Beatriz dijo...

El miedo traspasa nuestras vidas, nublándo nuestros sueños, desorientando nuestros deseos...

Nos leemos.
Un beso

Unknown dijo...

jugarlo todo

parece facil

aunque a veces no juguemos

o juguemos el corazón...


dificiles recetas

vaya, va

saludos

Unknown dijo...

Así es, Inma.

Claro que puede cambiar, Mario.

Un obstáculo que se puede evadir, Antony.

Pero a veces nos mueve, Maribe.

Ninguna receta es infalible, Fritzio.

Saludos a ustedes, gracias por leer y comentar. Cuídense, que estén muy bien, luego nos leemos.

todavia dijo...

Pon el verbo tu, pero pon el verbo que te haga bien.


No pudieste escoger mejor tema musical para tu post!

Unknown dijo...

A veces me resulta muy difícil poner el verbo, Araña.
Un abrazo, luego nos leemos.