El pez que no quería mojarse, se sueña muriendo
ahogado, despierta en medio de su inmenso miedo y regresa al fondo del abismo,
desesperado; sin rumbo en la gran sima, se sabe perdido, buscando algo.
Pherro amigo,no sabes la tristeza que tiene este corazÖN aRGETNINO,POR LO MAL QUE NOS VA,POR SUERTE PUEDO AÚN LEER TUS LINEAS Y VER QUE ALGO PUEDE CAMBIAR,UN ABRAZO HERMANO.
8 comentarios:
Amigo Pherro, ¿y en resumidas cuentas no somos todos como ese pez?.
Saludos Amigo Pherro, por aquí nos leemos.
Pherro amigo,no sabes la tristeza que tiene este corazÖN aRGETNINO,POR LO MAL QUE NOS VA,POR SUERTE PUEDO AÚN LEER TUS LINEAS Y VER QUE ALGO PUEDE CAMBIAR,UN ABRAZO HERMANO.
Hola, Pherro, Es nuestro eterno miedo, amigo, igual al pez,que es un obstáculo para alcanzar las metas.
Abrazos.
El miedo traspasa nuestras vidas, nublándo nuestros sueños, desorientando nuestros deseos...
Nos leemos.
Un beso
jugarlo todo
parece facil
aunque a veces no juguemos
o juguemos el corazón...
dificiles recetas
vaya, va
saludos
Así es, Inma.
Claro que puede cambiar, Mario.
Un obstáculo que se puede evadir, Antony.
Pero a veces nos mueve, Maribe.
Ninguna receta es infalible, Fritzio.
Saludos a ustedes, gracias por leer y comentar. Cuídense, que estén muy bien, luego nos leemos.
Pon el verbo tu, pero pon el verbo que te haga bien.
No pudieste escoger mejor tema musical para tu post!
A veces me resulta muy difícil poner el verbo, Araña.
Un abrazo, luego nos leemos.
Publicar un comentario