Vi
directo a los ojos del sol,
un
prodigio que se repite con poca frecuencia,
magia
para una infancia tranquila.
La
noche venía de prisa, a mis espaldas,
casi
la pierdo de vista al querer anticiparla,
no
se puede retener un momento;
increíble
visión en la bóveda espacial,
ardiente
contorno de un infierno negro,
la
luna trajo consigo una noche fugaz,
contener
un suspiro, evitar un parpadeo,
astros
ocultos por la luz, aparecen un santiamén,
la
naturaleza en su cronología confundida,
durmió
unos segundos en la alteración,
actividades
nocturnas alrededor de la tarde,
aquel
día que tuvo un par de noches.
5 comentarios:
Es muy buena la fras: "aquel día que tuvo un par de noches".
Hola Pherro:
Pensándolo bien, es frecuente que nuestro día tenga dos noches.
(En especial llegando al invierno).
Qué hay con el fondo Parisino?
Saludos amigo.
Una aspiración, un deseo, hasta ahora imposible.
Mucho gusto leerte por aquí Crónicas, gracias.
Cuídate, espero estés muy bien, luego nos leemos.
La revolución de los Elementos, querido amigo, y eso solo se logra con una prosa como de que tu prodigas.
Abrazos.
Los momentos se retienen cerrando los ojos, por un momento fugaz vuelven a ser tuyos.
Saludos.
Esa revolución que sigue causando admiración, Antony.
Recuerdos nada más, Malque.
Salu-dos, gracias por venir a leer y comentar, cuídense, que estén muy bien, luego nos leemos.
Publicar un comentario